Análisis previo:
El otro día alguien me preguntó que dónde podía conseguir Brabante. Lo cierto es que, a parte de poderlo conseguir a través de la web de Brabante (gastos de envío gratis si eres de Madrid), cada día están presentes en más y más locales. De hecho, en alguno de esos locales da la sensación de que lo único que ponen es esta marca. Y, por increíble que parezca, en cervecerías "especializadas" se han hecho un hueco también. Mucha gente podrá decir que es cuestión de "billetazo y soborno" al local. En mi opinión, estamos ante un producto que en general es suficientemente bueno y especial (es una mezcla entre gourmet y "de la calle") como para no necesitar recurrir a ese tipo de actos mafiosos que sí que utilizan otras marcas a las cuales tengo bastante poco aprecio (y que todos a esta altura de la película deberíais saber o imaginaros cuáles son).
Hoy, probamos una de las del frigorífico (nosotros lo tenemos más fácil y no es necesario irnos a buscarlas o encargarlas, qué le vamos a hacer :P) y continuamos con la tercera de las cinco cervezas que componen la familia Brabante. Concretamente nos encontramos ante la digna portadora de la etiqueta rosácea-violeta-pastel: una cerveza de triple fermentación (de ahí el nombre de "gran triple", supongo) bastante interesante y altamente recomendable para un tipo muy concreto de gente. ¿Nos acompañas?