Detrás de un nombre tan moderno y rimbombante se esconde una receta peculiar, quizás extraña, diferente, divertida, loca... una receta típica de nuestras mentes pensantes.
Hace poco nos escribió la gente de La Chinata para ofrecernos una muestra de su pimentón ahumado. No dudé en aceptar: me gusta el pimentón para muchas recetas (ya irán saliendo, pero mientras tanto podeis ver, por ejemplo, las lentejas con chorizo) y me encanta el ahumado. Además, si viene de una empresa situada en La Vera, con renombre y con otros productos ricos que ya habíamos probado...¿quién se iba a negar a semejante oferta?. Al final y aunque haya probado este, me quedo de momento con las ganas de probar otra de sus variedades que claramente está hecho para mí: pimentón agridulce. Tiempo al tiempo...
El caso es que la persona que nos escribió nos pidió que hiciéramos una receta algo más original que unas patatas con pimentón. Claramente haremos esta receta, pero no hoy, que nos vamos a volver a subir al carro de las recetas épicas que cualquiera puede hacer en su casa con un poco de paciencia :)
Para finalizar la introducción, diré que la inspiración de esta receta me vino de un plato clásico de mi infancia (y supongo que la de muchos): huevos fritos con tomate.
El material usado:
- Horno
- Varillas
- Recipiente
- Papel de aluminio
- Batidora y su vaso
- Cazo
- Colador
Los ingredientes:
- Claras de huevo
- Yemas de huevo
- Pimentón ahumado de La Chinata
- Una lata de piña en almíbar
- Ajo en polvo
- Perejil
- Harina
- Agua
El proceso:
La clave del proceso empieza por tener un buen brazo: vamos a montar las claras. Para dos "huevos fritos" he usado tres claras y dos yemas de tres huevos de talla L (dado que ya parece que no existen los XL en el mercado...)
Cuando ya tengamos perfectamente montadas las claras, deberemos pasarlas a un papel de aluminio colocado sobre la bandeja de horno. Deberemos hacer una montaña y arriba en el centro agujerearemos para que anide allí la yema del huevo al final del proceso. Llegado este punto os tendría que dar instrucciones sobre la temperatura del mismo, pero como el que tengo en casa funciona aleatoriamente, no puedo daros mucha indicación. Yo lo he tenido a una temperatura de 120º durante 30 minutos en modo "arriba y abajo" con las yemas montadas dentro. El objetivo es que se solidifiquen y adquieran un color marroncito.
Mientras tanto, podemos preparar rápidamente la "salsa de tomate". Trituramos la piña, su almíbar, un poco de ajo en polvo, perejil, y pimentón ahumado de La Chinata. Lo pasamos a un cazo o sartén y lo reducimos un rato al fuego, mezclándolo con la harina y agua en el último momento para que espese la mezcla. Lo colamos, lo reservamos, y pasamos a las yemas de los huevos.
¿Recordais cómo hicimos la mar de huevos? Si no lo recordais, quizás es buen momento para revisar el vídeo ya que vamos a utilizar ese mismo método para hacer ligeramente las yemas y que no queden crudas. Las tendremos que manejar con muchísimo cuidado y dejarlas el tiempo suficiente para que se hagan y además queden tan jugosas como las de un huevo frito normal. Concretamente, con un par de minutos en el agua hirviendo fuerte es más que suficiente.
Y la receta llega a su final, ya tenemos la "clara", la yema y la "salsa de tomate". ¿Lo montamos todo?
La finalización:
Para este montaje nos vamos a guiar por la presentación de la cena que inspiró este plato: un huevo frito y tomate por encima. Colocaremos el pseudo merengue en el plato y la yema, con muchísimo cuidado, en el nido que preparamos al principio. Tomaremos la salsa de piña, ajo y pimentón ahumado y la verteremos alrededor del huevo.
Consejos y apuntes finales del chef:
Y esto es todo. ¿Raro? Sí, pero a estas alturas deberíais estar acostumbrados. La idea es comer cosas diferentes, divertidas, interesantes e ir mejorando y ampliando las técnicas. Por cierto, que esta mezcla de la salsa (pero en otro formato que ya pondremos algún día) ya la usamos en un cumpleaños y la gente quedó gratamente sorprendida y muy satisfecha con el resultado. Innovar, pero sin necesidad de volverse (demasiado) loco.
Probadla, disfrutadla... y comentad qué os ha parecido :)
Aquí os dejo con la foto final y con un vídeo de cómo es comerse una de estas piezas:
Me parece genial, tengo que probar esta propuesta tan sorprendente. Un saludo, Clara.
ResponderEliminarMadre del amor hermoso. Un gran ejemplo de lo delicioso de la sencillez y el mimo.
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