miércoles, 10 de agosto de 2011

Naan relleno de arroz blanco y salvaje con mango chutney


Esta receta se me ocurrió como algo que podía solucionarme una comida (y al final, una cena) y que podría ser interesante a nivel culinario.

Los naans, para quien no lo sepa, son unos panecillos de la región de Asia central (India, Afganistán, Pakistán y sitios similares) hecho de harina de trigo y sin levadura, especiados y muy muy ricos. Aunque no me gusta hacer publicidad, os diré que en Carrefour, en la sección internacional, suelen tener un montón :)

Sobre el mango chutney, os diré que se encuentra también en Carrefour (no lo he visto en muchos más sitios, la verdad) en la zona de salsas y que se encuentra en dos variedades:
- La normal, que es mango dulce cortado en cachitos en medio de una salsa anaranjada.
- La de jengibre, que es un poco más picantilla (tampoco mucho más, todo sea dicho) y que tiene un ligero toque anisado...como el jengibre.

Después de probar ambas, prefiero más la normal, dado que la de jengibre no pega demasiado en algunos platos. A vuestra elección queda, son frascos no muy grandes, así que tampoco es mucho el gasto ni el fallo :)



El material usado:


- Sartén
- Cazuela



Los ingredientes:


- Naan (uno por persona)
- Arroz salvaje (¿Qué es el arroz salvaje?)
- Arroz blanco
- Mango chutney



El proceso:


Lo primero que haremos será hacer el naan. Técnicamente ya viene hecho, porque si mirais las instrucciones, lo único que dice es que se remoje un poco la superficie y se meta en el horno o grill durante cinco minutos. Yo al final, para no montar tanto circo, lo pongo un rato vuelta y vuelta sobre la sartén. Mismo resultado, mucho menos gasto :)

La parte más complicada será, sin duda, abrir el naan al medio. Como podeis ver en la foto, ni con todo el cuidado del mundo es posible abrirlos bien. Lamentablemente, casi siempre vienen rotos o abiertos a la mitad, así que hacedlo lo mejor que podais...y así será suficiente.

Mientras nos pegamos con el naan y acabamos con nuestra paciencia, lo mejor es poner a cocer el arroz blanco. No le echaremos nada, recordad que los naan vienen especiados y que le echaremos mango al plato.

El arroz salvaje lo freiremos, para que quede crujiente y con un sabor diferente, aportando una variedad de texturas.



La finalización:


Si hemos sido capaces de abrir el naan al medio, lo suyo es untar una mitad con mango chutney y luego hacer una mezcla de arroces por encima. Finalizaremos cerrando el naan y comiéndolo como si fuera un bocadillo, o con cuchillo y tenedor como gente civilizada.

Si no hemos sido capaces de abrir el naan, lo mejor es que procedamos de la misma manera, pero untándolo todo por la superficie. Ya no será un bocadillo sino una pizza, pero bueno...también podemos comerlo con cubiertos :P

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