martes, 30 de agosto de 2011

Falsos buñuelos sorpresa de patata


En La cocina del mapache feliz nos encantan los retos. La vida es un reto constante y, en ocasiones, te lo pone difícil para poder continuar con tus sueños. Ante la desoladora imagen de un frigorífico completamente vacío, prácticamente en la ruina económica (¡¡ o más !!) y ya a final de mes, decidí que era momento de estrujarse el cerebro y obviar el cierre por "vacaciones" que tenía previsto.

Así pues, me fui al mercado, compré dos ingredientes y por 2'58 euros el pack completo he hecho una comida digna de dioses (y me sobra casi todo lo que compré...).

Con esto, animo a todo el mundo a darle imaginación a su cocina. Con dos ingredientes super baratos se puede hacer un plato exquisito: falsos buñuelos sorpresa de patata.



El material usado:


- Batidora y su vaso
- Cazuela
- Horno
- Bandeja para horno



Los ingredientes:


- Tomates cherry
- Patata
- Aceite
- Sal



El proceso:


Lo primero es hacer un puré con la patata. Para ahorrar tiempo de cocción, la cortaremos lo más pequeñito posible. De esta manera, no sólo ahorraremos ahí, sino que luego será más fácil triturarla.

Mientras tanto, iremos precalentando el horno a unos 210º. Esto es indicativo, dado que mi horno funciona como quiere y actúa totalmente independiente de lo que se le diga. Digamos que sirve "temperatura muy alta". Como indicación última, diré que lo he puesto en grill + base caliente + ventilador (sí, suena a "padre que coge un ordenador y empieza a tocar todas las teclas para ver si vuela").

Una vez esté hecho el puré (al que le habremos echado un poquito de sal para darle alegría), lavaremos los cherrys y, con un poco de maña, los envolveremos en el pastoso y pegajoso puré que tenemos. Yo para esta tarea he usado dos cucharas y una mano. Una cuchara coge la base de patata, la mano hunde el cherry en la patata y finalmente la otra cuchara lo tapa haciendo las veces de buen albañil y cubriendo huecos.

Ahora ya sólo nos queda ir colocando los montoncitos de patata rellenos sobre la bandeja que previamente habremos untado ligeramente de aceite.

Lo metemos al horno y empezamos a observar a partir de más o menos 10 minutos. Cuando la patata empiece a estar tostadita y dé la sensación de que está "durito", de que se ha hecho una especie de saquito.

La idea es que la capa superficial quede medio dura y medio crujiente, la parte interior un poquito más hecha y densa y finalmente el tomate protegido, se ase ligeramente, lo suficiente para que luego quede más blandito a la hora de comer.



La finalización:


Este plato, dentro de su austeridad, no he querido adornarlo. He colocado en línea unos falsos buñuelos y he abierto uno para desvelar la sorpresa.



Consejos y apuntes finales del chef:


Este plato es una pequeña avanzadilla de un mundo entero de recetas similares. Así de primeras puedo decir que tal cual, está genial. Tiene un sabor equilibrado entre patata y tomate con un regusto final de tomate ligeramente asado que es increíble.

Las mejoras obviamente pasan por el especiado del conjunto. Yo apostaría por un puré de patata y curry y un tomate cherry con sus hierbecitas aromáticas (orégano, albahaca...)

Ahora está en manos de cada cual probar y experimentar :)

1 comentario:

  1. Hola, te acabo de conocer en el fogon y de momento me llevo un par de estos falsos buñuelos que a mi me parecen auténticos del todo.
    Besos

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