El otro día tenía antojo de hacer una receta que llevaba bastante tiempo sin pasar por mi plato: un solomillo de cerdo a la mostaza. La receta original era tan simple como freir ligeramente el solomillo para cerrar los poros, ponerlo en una bandeja con leche y mostaza de Dijon (o a la antigua) y sacar cuando estuviera hecho.
El caso es que como mi horno funciona un poco "según precio mercado", esta opción no era viable. Además ya era un poco tarde y la cena tampoco podía esperar tanto, así que decidí saltarme la parte del horno y modificar la receta. En conclusión, que nos quedamos una vez más con las bases y rehacemos la receta al completo :)
El material usado:
- Una sartén
- Un recipiente
- Batidora y su vaso
- Colador
Los ingredientes:
- Solomillo de cerdo
- Cebolla
- Curry y/o ras el hanout
- Mostaza (sirve tanto de Dijon o a la antigua como de la normal)
- Nuez moscada
- Menta
- Nata
- Harina
- Agua
- Aceite
El proceso:
Lo primero que haremos será cortar el solomillo de cerdo lo más pequeño posible. Lo mezclaremos con un chorretón de aceite en un recipiente y pondremos la sartén a fuego muy fuerte. Cuando la sartén esté humeando o casi, echaremos el cerdo en ella y removeremos. La idea es que se tueste por fuera y se quede lo más tierno por dentro. Dependiendo de lo pequeño que lo hayais cortado, tendréis que dejarlo más o menos tiempo...
Lo siguiente es hacer la salsa. La cebolla la cortaremos en micro dados, para que tarde lo mínimo posible en hacerse. La echaremos a la sartén a fuego medio-bajo con un poco de aceite y la doraremos un poco. De esta manera conseguiremos que dé color y sabor a la salsa final :)
Cuando la cebolla empiece a coger color marrón (negro no vale :P), echaremos la nata para engordar la salsa. Echaremos igualmente un poco de agua para que no sea tan pesada y una mezcla de todas las especias junto con la mostaza. Al ser todo especias asiáticas, la combinación de las mismas es fenomenal y le da un toque espectacular digno de los mejores restaurantes.
Cuando nos aburramos de ver la salsa haciendo "chop chop", será el momento de añadirle un poco de agua con harina diluída para acabar de darle el espesor que queramos. Este paso, dado que ya lleva nata, es opcional y cada cual deberá cuidar por su salud y sus gustos :D
Cuando tengamos la salsa en su punto justo, lo único que nos quedará por hacer será batirla y colarla para eliminar los restos que pudiera haber.
La finalización:
Hemos optado por la clásica presentación de "montoncito, puré y decoración de aceite y espolvoreado". No queda mucho más que decir: montoncito de solomillo en el medio, rodear de puré (o al revés, como cada cual prefiera), echar unas gotitas de aceite para darle un poco de arte y sabor final y añadir un ligero espolvoreado de menta (cuanto más fresca mejor, obviamente) para darle un toque fresco y mentolado "sin adulterar".
La salsa tiene una pinta deliciosa. Un saludo, Clara.
ResponderEliminarGracias, Clara :)
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