lunes, 23 de abril de 2012

Postres: Batido ligero de cacao


Por razones que no vienen al caso, me he encontrado en la necesidad de tener que realizar chocolate líquido (o similar) sin poder usar ningún tipo de lácteo. Esto implica que no puedo usar mantequilla, margarina, leche o nata, por ejemplo.

Lo primero que pensé fue "vale, mezclo agua y chocolate de fundir". Bueno, no es precisamente una buena idea porque básicamente machacas las propiedades del chocolate. Además si usas demasiada agua el chocolate queda extraño. Descartado completamente :)

Empecé a investigar y descubrí una versión latina del batido de chocolate. Vale, ni es batido, ni es chocolate como tal, pero da el pego veraniego y sirve para salir del atolladero. Lo que cambia es precisamente que se usa agua en lugar de lácteos y que se usa cacao en polvo. El resultado final es algo con sabor al batido de cacao de siempre, pero con un cuerpo mucho más... efectivamente, acuoso y ligero.



El material usado:


- Cazuela



Los ingredientes:


- Agua
- Cacao en polvo normal
- Cacao en polvo de hacer "chocolate a la taza"
- Azúcar
- Miel (opcional)



El proceso:


Lo primero que he de decir es que la miel es algo totalmente opcional que he agregado o para darle un poco más de dulzor porque la versión original se me quedaba demasiado ligera. También he de decir que las cantidades originales las he cambiado porque quedaba demasiado inconsistente. Una cosa es que sea ligero, otra cosa es que sea agua con color. También diré que el azúcar puede ser blanca o de caña. Lo único que cambiará será que tendréis un sabor más "exótico" y suave si usais el de caña o moreno.

Aquí, al parecer, lo más importante es el tema de las cantidades. Para una sola persona, he usado lo siguiente:
- Una unidad y media de agua
- Un cuarto de unidad de mezcla de los dos cacaos (según la receta original sería un octavo)
- Media cuchara sopera de azúcar
- Una cucharadita de postre de miel

Y ya está. Con esto debería ser más que suficiente. Ponemos el agua a hervir suave suave suave en la cazuela y añadimos la miel. Tampoco es necesario echar mucho, simplemente que dé algo de cuerpo y dulzor. Aprovecharemos que rompa a hervir para echar el cacao en polvo.

Ahora ya sólo queda esperar. ¿Cuánto? Indeterminado, depende de vuestro fuego y de cómo lo querais de espeso. La idea es que al final vaya reduciendo y se quede en aproximadamente una unidad. Lo único que hace falta es calma, mimo y remover para que no se pegue ni ocurran desgracias.

Si quereis y teneis a mano, podeis usar también lecitina de soja. Un buen emulsionador (es decir, que hace que mezclen cosas como agua y aceite), "espesante" y bueno para el cuerpo en general. Sí, tiene un sabor un tanto peculiar, así que ojo con pasarse. Lo que os puedo decir es que la cantidad estimada es de 1% del total, así que sería más o menos una punta de una cucharia de postre, si acaso :)



La finalización:


Cuando haya reducido todo lo que querais, sólo tendreis que servirlo en el vaso que más os apetezca, a ser posible en el que hayais usado para las medidas :)

Yo he probado a tomarlo calentito y frío del frigorífico y en ambas opciones está rico. Dadas las fechas en las que estamos, probablemente lo más indicado sea meterlo al frigo, pero en cualquier caso por favor no le pongais hielos :P

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