Hace un año aproximadamente hicimos un helado de kiwi. El resultado fue bueno aunque no perfecto. Y desde entonces, andábamos con la espinita clavada.
Rebuscando rebuscando, vimos que algo que podía ayudar a que no se formaran los dichosos cristalitos era la lecitina de soja. Aprovechando que tenía en la madriguera, se lo hemos echado para ver si ayudaba en algo. Trasteando trasteando, llegamos a la receta de Unodedos sobre cómo hacer un helado cremoso en casa, en el que se comentaba que no salían los cristalitos y que quedaba realmente cremoso.
Como no teníamos creme fraiche y sí una tarrina de queso de untar y al final el truco es que la base sea grasa... pues nada, allá que nos lanzamos :)
El material usado:
- Cazuela
- Recipiente
- Colador
- Batidora y su vaso
Los ingredientes:
- 200gr de queso de untar
- 100gr de chocolate con leche para fundir
- 100gr cacao en polvo
- Una cucharada sopera de café
- Una cucharada de postre de capuchino
- 200ml leche
- 100ml nata
- Dos yemas
- Tres o cuatro hojas de menta
- Una cucharada de postre de lecitina de soja
- Un pellizco de sal
- 90gr de azúcar
El proceso:
Aunque el proceso es más o menos el que viene explicado en el blog de Unodedos, os cuento el que hemos seguido aquí, porque ha sido quizás un pelín diferente.
Lo primero es poner casi toda la leche y nata con el queso a hervir para que el queso se vaya deshaciendo e integrando. Mientras tanto, en un recipiente a parte, mezclaremos las yemas con el azúcar y la sal y con un poco de la leche y nata para que quede la mezcla un pelín más líquida.
Cuando el queso esté deshecho, añadiremos el chocolate, el cacao, los cafés, la lecitina previamente machacada y la menta. Para machacar la lecitina he usado un método muy tonto: he puesto la cucharada en un cacho de film transparente, lo he cerrado y he pasado por encima con un rodillo :)
En el mismo momento en que el chocolate se haya fundido y tengamos una buena mezcla, lo sacaremos a la batidora y le daremos un meneíto para que no haya grumos de ningún tipo, la lecitina se acabe de integrar y la menta suelte sus últimos aromas y sabores. Lo colaremos de vuelta a la cazuela, añadiremos la mezcla de las yemas y pondremos a fuego muy suave para que no se cuaje el huevo y nos quede un revuelto de chocolate :)
Cuando la mezcla haya espesado, la retiraremos a un recipiente que meteremos en el congelador y que removeremos de vez en cuando para que no salgan cristalitos y quede super cremoso. ¿Cada cuánto? Nosotros lo removimos unas 3 o 4 veces en las tres primeras horas. Lo cierto es que con esta mezcla podíamos haber prescindido de hacerlo porque no se ha hecho ningún cristalito.
La finalización:
No espereis un tradicional helado de chocolate, no. Este es ligeramente ácido debido al tipo de queso que he utilizado (no, no es el que todo pensais) y el toque de café y capuchino le da un toque elegantísimo. La menta fresca infusionada al principio, un lujo final.
¿Y cómo lo hemos presentado? Pues muy fácil, haciendo unos rizos con una cuchara sacabolas y poniéndolas en nuestro plato mapache :)
Que rico.
ResponderEliminarTe cuento que hice el arroz meloso y nos encantó. Esta semana pongo la receta.
Gracias y abrazo,
Vero
Genial :D
EliminarQuedamos a la espera de la receta ;)