lunes, 16 de mayo de 2011

Recetas rápidas: Los acidulces tres cerditos


Bajo este nombre hoy presentamos uno de esos postres sencillos, sanos, naturales, rápidos e impactantes tanto en textura como en sabor.

En este receta mezclamos ácido y dulce, blanco y rosado, carnoso y líquido...todo un placer para el paladar :)



¿Qué es...un longan?



El longan es una fruta nativa del sureste asiático, que luego se ha ido extendiendo a los trópicos, Tailandia, China, Taiwan y países tan "alejados" como Australia y Estados Unidos. La traducción de su nombre es "ojo de dragón" por el aspecto que tiene una vez fuera de su cáscara.

Este fruto, tan anodino en su presentación externa que no llama la atención a nadie, me llamó la atención. Lo había visto demasiadas veces en tiendas de alimentación china y siempre me había quedado con la duda de saber qué era.

martes, 10 de mayo de 2011

Recetas rápidas: Pimiento cecinero a la lenteja árabe


Nombre interesante, ¿no?. Pues estamos ante una de esas recetas rápidas que sorprenden y que sirven tanto para una cena como para una comida.

No tengo muy claro el origen de esta receta, pero supongo que viene de lo mismo de siempre:
- Uhm, hace mucho tiempo que no como X
- Vaya, se me va a poner malo Y
- Y parece que tengo ahí unos sobrantes de Z

En este caso, quería comer lentejas, se me iban a pasar los pimientos y tenía un poco de cecina sobrante.



miércoles, 4 de mayo de 2011

Bares: Pepa Tencha, Madrid

Estrenamos sección, bajo la misma premisa que la de Restaurantes: sólo aquellos que realmente lo merezcan, por bien o por mal, aparecerán en esta sección.

Desde hace mucho, no soy precisamente una persona a la que se vea por bares. Sólo voy excepcionalmente y a sitios muy concretos. Puede ser una típica tasca donde te atiendan como si fueras la persona más importante de sus vidas, una cervecería donde tengan una variedad especial o diferente, o simplemente un bar peculiar.

Esta vez, ésta es la situación: un bar peculiar.

lunes, 2 de mayo de 2011

Recetas rápidas: Pastel de acelgas y queso


A estas alturas, debería ser conocimiento público que me gustan las acelgas / espinacas. En general, me gustan las verduras para el fin de semana, por eso de "limpiar" un poco el organismo de la suciedad de la semana.

Otros ejemplos de lo que se puede hacer con las acelgas, por si os lo perdísteis en su día, son:
- Acelgas agridulces
- Rollito de pavo relleno de serrano y acelgas

Llevaba mucho tiempo queriendo hacer un pastel de algo, este finde no he consumido mi ración de verduras y me he acordado de un pastelito (precisamente de acelgas) que me hizo una vez Lorena G.

Así pues, he cogido la idea, la he simplificado (por primera vez, y sin que sirva de precedente, he simplificado algo) y me he sacado de la manga esta receta.



Recetas rápidas: Caldereta de alubias y shiitakes a la cerveza


El plato de hoy surge de la necesidad de eliminar de mi armario un bote de alubias blancas, de mi frigorífico unos shiitakes y de mi cajón de cervezas una de esas que yo denomino "única y exclusivamente para cocinar (y gracias)".

Dado que algún día dedicaré un ratito a ese tipo de cervezas en la sección Cervezas, no me ocuparé tiempo en esto.

La receta de hoy no requiere prácticamente nada de atención y queda muy muy rica.



miércoles, 27 de abril de 2011

Restaurantes: Restaurante Serrano, Astorga (León)

Inauguramos una sección que única y exclusivamente utilizaremos cuando sea realmente necesario: restaurantes excelentes o restaurantes pésimos.

Y hoy, empezamos con otra novedad: esta reseña la escribe la componente femenina de El Mapache Feliz y no el mapache aprendiz como es la costumbre.

Así pues, os dejo con su texto:

viernes, 22 de abril de 2011

Inspiraciones: Oceanoquetas


Hace un tiempecito, vi un vídeo del restaurante Etxanobe en el que Fernando Canales invitaba a Bob Esponja a hacer unas cangreburguers. La verdad es que la receta era supersencilla, supongo que porque la idea es que los niños puedan participar y comer algo realmente sano.

Yo, que soy un curioso culinario, pensé que era una buena receta para empezar a hacer hamburguesas que no fueran de carne. Anoche, decidí que una buena manera de homenajear la cangreburger era darle una pequeña vuelta, añadirle alguna cosilla y convertirlo en un plato de estos que tanto me gustan.

Y ahí que me he ido a la cocina, a hacer las Oceanoquetas. ¿Y de qué van las oceanoquetas? Pues básicamente es una cangreburger convertida en una falsa croqueta con ingredientes extra como pueden ser un concentrado de langostino, el alga wakame (descubrimiento del año, sin duda), soja, gambas y sustituir la merluza por panga.

Así pues, procedamos a los detalles...



domingo, 17 de abril de 2011

Inspiraciones: Fideos chinos a la pera marinera


Hoy comenzamos una nueva sección en la que la intención es coger esos platos que tanto me gustan de los restaurantes y hacerles una revisión. En definitiva, darles la vuelta, quitarle el 90% de las cosas, añadirle un millón extra, destruirlo todo y ver qué sale de ese caos :)

Del mismo modo, la intención es hacer una breve reseña de ese restaurante (una versión humilde de Las críticas restaurantiles de Diano's Cook y quizás, una explicación de por qué he elegido ese plato en concreto y no otro de su carta.

Y qué mejor manera de inaugurar esta sección que un plato de un restaurante vallisoletano llamado Niza. Para ponernos en antecedentes, y una vez leída la crítica que hizo Diano's Cook, haré mi propia pequeña crítica.

Este restaurante lo conocí en sus inicios, cuando estaba donde ahora se encuentra otro propiedad de la misma gente, llamado Eh Voilá. Por aquel entonces (y hablo de, tranquilamente, ¿quince años? ¿más?), era un pequeño restaurante italiano muy casero y humilde. Allí, que yo recuerde, había una señora, un señor y un chavalín. Ese chavalín, Gonzalo, a día de hoy es el ¿jefe? (luego veremos por qué me lo pregunto) de la versión remozada de este restaurante que poco tiene que ver con aquél salvo el nombre, el chavalín (un poco más crecidito ya) y aquel señor (que sigue igual, pero más elegante).

Podríamos decir que la versión actual, la que nos interesa, es una muy fashion de un restaurante italiano que flirtea con platos no tan italianos. La decoración es muy cool, pero sin ser de esas típicas que dices "dios mío, habría que matar al decorador". Lo más interesante de este sitio es que, a pesar de ser fashion, cuando llega la hora de la cuenta no tienes que empeñar varios órganos vitales para salir de allí. Este punto, obviamente, se agradece enormemente.

¿Y por qué me preguntaba antes si Gonzalo es el jefe? Bueno, hay una tendencia que todos conocemos que es que el jefe entra, mira, chilla, se toma unos copazos y se rasca la barriga hasta que al final de la noche recoge los billetes y se va a dormir a su mansión previos latigazos a sus inútiles esclavos. En este restaurante, a simple vista, no sabrías decir quién es el jefe. Aquí todos hacen todo: limpiar, acomodar a la gente, tomarles nota y servir. Todos valen para todo. Incluso, y cuidado con este dato, para ser eficientes con una permanente sonrisa no forzada en la cara.

Una vez que sabes quién es el jefe (probablemente esta palabra le esté ya chirriando al susodicho así que es la última vez que la usaré), te sorprendes de ver toda la energía que vuelca. Sí, al fin y al cabo es su negocio, pero podría sentarse y mirar lo bien que va el restaurante. Probablemente, ésta sea una de las razones del éxito del restaurante, de sus infinitas rotaciones de mesas y de que sus empleados (estos casi no rotan, todo sea dicho) estén así de contentos. Siempre de buen rollo entre ellos, pero sin que eso sea una fiesta descontrolada.

Y poco más puede decirse de ellos que no esté dicho: gente muy amable, muy atenta, siempre pendiente aunque sin agobiar (gracias) y siempre es el mismo equipo de trabajo salvo raras excepciones. En definitiva, parece un buen sitio donde trabajar, ¿no?.

Sobre la comida, qué decir. Llevo yendo a ese sitio casi casi desde que abrió en su primera versión (o al menos eso creo), mínimo una vez al mes (últimamente dado que estoy en Madrid es muy complicado, pero cuando me dejo caer por Valladolid es uno de esos sitios obligatorios a los que he de asistir). Supongo que deducís de todo lo que llevo dicho que el sitio es bueno, ¿no?. Pues os quedais cortos.

Más allá de lo cómodo que te puedas sentir con el equipo, ciertos platos están exquisitos y su extensa variedad es la típica que te hace plantearte muy seriamente qué plato escoger. Desde ensaladas hasta pastas en diversos formatos (tallarines, quiches, pizzas...), pasando por cualquier cosa que quieras, todas con una pinta espectacular. Yo tengo mis platos ya más que escogidos, pero de vez en cuando, da gusto mirar cómo se internacionalizan y probar cositas nuevas. Y como algo que odio (para bien), la sección postres: demasiados, demasiado buenos (unas tartas y unos granizados naturales excepcionales) y pocas posibilidades de probarlos todos en la misma comida.

Otra cosa que me gusta de este sitio (aunque a mí no me afecte) es que tienen platos para celíacos y para vegetarianos...y lo especifican en la carta. Excelente para esa gente que siempre parece que está un poco discriminada en los restaurantes.

Y dicho ésto acaba mi crítica sobre este restaurante...y pasamos al pecado mortal que he cometido sobre uno de los platos favoritos de allí: pasta pera.

Si mal no recuerdo (últimamente mi memoria reciente no llega más allá de un mes), la pasta pera se compone de unos saquitos de pasta rellenos de carne con una salsa con un clarísimo sabor a pera. Simple, eficaz y riquísimo.

Como a mí me gusta darle a todo mil vueltas, he decidido hacer un plato llamado "fideos chinos a la pera marinera". Así de primeras, no va a llevar saquitos, sino fideos chinos (era evidente, ¿no?). Así de segundas, la salsa no va a ser dulzona de pera, sino una amalgama de cosas que me he tenido que hacer la lista para que no se me olvide :)



¿Qué es...el alga wakame?



Tras este nombre tan exótico, se esconde un alimento bastante interesante. Supongo que a estas alturas de la vida todos conoceis las típicas setas deshidratadas que te venden ya hasta en el kiosko de la esquina. Esto es el mismo concepto, pero con un trozo de mar.

Estas algas, en concreto, las compré en una gran superficie (es decir, cualquiera lo puede encontrar fácilmente) por un precio inicialmente desorbitado (50 gramos, más de 3 euros) pero que posteriormente queda claro que no era tan caro. Son 50 gramos, sí, pero en seco.
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