El plato de hoy surge de la necesidad de eliminar de mi armario un bote de alubias blancas, de mi frigorífico unos shiitakes y de mi cajón de cervezas una de esas que yo denomino "única y exclusivamente para cocinar (y gracias)".
Dado que algún día dedicaré un ratito a ese tipo de cervezas en la sección Cervezas, no me ocuparé tiempo en esto.
La receta de hoy no requiere prácticamente nada de atención y queda muy muy rica.
El material usado:
- Cazuela
- Colador
Los ingredientes:
- Alubias blancas (en mi caso de bote, sirven igualmente de las normales).
- Shiitakes frescos (sirven igualmente los deshidratados)
- Cerveza (he optado por una tostada de alta graduación, para obtener más sabor y un caldito de color más intenso)
El proceso:
Si las alubias son de bote, enhorabuena, puedes ahorrarte bastante tiempo. Sólo tendrás que pasarlas por agua para quitarles el moquillo ese que traen, y listo.
Si las alubias son de las normales (las que no están precocidas, en definitiva), deberás ponerlas la noche antes a remojo para que se reblandezcan. Si no quieres, puedes optar por ponerlas directamente en la cazuela (u olla exprés en su defecto) y esperar el doble o triple de tiempo (y arriesgarte a que sea un fracaso). A estas alubias, si quieres quitarles parte de su poder gaseoso post-comida, lo mejor que puedes hacer es acompañarlas de bicarbonato mientras se remojan la noche anterior (NO hay que echarlo a la olla u os tocará tirarlo todo a la basura).
La cerveza irá enterita a la cazuela y servirá de "mojo". Como mi cerveza era de medio litro, no he echado agua. Eso ya depende de cada uno de vosotros.
Ahora sólo hace falta poner el fuego y dejar que el calor haga su magia: ablandar las alubias y reducir la cerveza.
Como mis alubias eran ya precocinadas, las quité pasado un rato, y dejé que el caldo continuara reduciendo.
Este es el momento de echar los shiitakes a la cazuela. Yo los hice en finas lonchas, tú puedes hacerlos en cuadraditos o en cachos amorfos, como mejor te salgan :)
Ahora sólo habrá que esperar a que se reduzca suficientemente el caldo (nuevamente entra en juego si prefieres alubias caldosas o más bien sequitas) y volcarlo todo al plato.
La finalización:
Dado que este plato es "de cuchara" y que tiene más bien pocos ingredientes, es complicado hacerle una presentación digna. Seamos sinceros: un pucherito nos gusta que esté bien lleno y que sea una amalgama de cosas, no cuatro alubias puestas en torreta con un shiitake enrollado coronando y tres hierbas en el plato de abajo.
Así pues, he cogido una cazuelita que tenía por ahí, y lo he servido, sin más.
Y sí, este es más un plato de otoño o invierno, pero como el día de hoy está grisaceo y algo fresquito...he pensado que era buena opción :)
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