¿Recordais que el otro día hicimos un estofado de carrillada de ternera con boletus y rebozuelos?
Al final os decía que si sobraba caldo lo guardarais porque os podía venir muy bien para alguna receta. Y mira, para esta nos viene de lujo, para convertir unos raviolis "de bote" en algo espectacular.
En cualquier caso, si quereis saber cómo hacer vuestros propios raviolis, revisad esta receta de raviolis de morcilla rellenos de mermelada de calabaza.
El material usado:
- Cazuela
- Rallador
Los ingredientes:
- Caldo colado sobrante del estofado de carrillada
- Raviolis rellenos de carne
- Boletus edulis
- Parmesano
El proceso:
¿Receta rápida dices? Pues sí, los diez minutos que tarden en hacerse los raviolis y poco más :)
Lo primero será lavar los boletus y limpiarlos un poco quitando las partes feas. Los partiremos en rodajas, cubos o lo que más nos apetezca.
Pondremos una cazuela con agua (no demasiada) y los raviolis y boletus en su interior. Lo dejaremos haciendo durante unos diez minutos (o lo que indique el fabricante) tranquilamente a fuego medio.
El tema de poner poca agua es por algo tan simple como que vamos a echar ahora el caldo de la carrillada y no queremos tirar ese agua de cocción porque tiraríamos todo el sabor de los boletus. Así pues, hay que calcular para que queden casi casi secos y podamos echar la salsa de carrillada sin aguarla.
Cuando hayamos integrado la salsa, tan sólo lo dejaremos un ratito, dado que no queremos que se nos pase la pasta.
La finalización:
En un plato hondo o similar, pondremos el contenido de la cazuela y justo en ese preciso y último instante, rallaremos a discreción parmesano lo más fino posible para que se vaya deshaciendo a medida que cae.
No es necesario echar demasiado, sólo lo necesario para que aporte su sabor a queso y su salado y de paso espese un poco más la salsa :)
Consejos y apuntes finales del chef:
En esta receta no es necesario echar ningún tipo de aditivo, dado que la salsa de la carrillada ya lleva todo lo que necesitamos.
Si os sentís con ganas, podeis rallar queso como para hacer una capa grande encima de los raviolis y luego meterlo al grill para que se tueste.
Como complemento a esta solución, podeis añadir también un poco de pan rallado al queso, para que quede más crujiente y con sabor tostado.
Tienes mucha razón en que no hay que tirar nada en la cocina. Te ha quedado esperctaculares estos ravioles. La salsa con buen color
ResponderEliminarUn Abrazo, Agustí Cangrejo Grande
Me sobró un poquito de caldo porque me pasé al calcular el agua, así que lo guardé en el frigo y ese día lo mezclé con el poquito agua de cocción que quedaba.
EliminarHubiera sido terrorismo gastronómico haber tirado ese caldo de carrillada...