viernes, 6 de julio de 2012

Cócteles: Falso mojito infusionado de vodka


Hay una cosa que aún no habíamos tocado en este blog y es la coctelería. Hace años mi madre me regaló un libro familiar que se llamaba El nuevo libro de los combinados. Allí dentro había un montón de cócteles que casi nunca hacía porque casi siempre me faltaban cosas.

Hace unos días, con la tontería del verano, las infusiones y un par de ingredientes que tenía por ahí, se me ocurrió la idea de dar un paso más allá. ¿Y si a la infusión le diéramos un toque ligero de alcohol para realzar el sabor? Y así, sin más, nació este falso mojito :)



El material usado:


- Cazo



Los ingredientes:


- Menta fresca
- Azúcar
- Jengibre (en raíz)
- Vodka
- Agua



El proceso:


Como bien sabeis, un mojito se hace mezclando en un inicio hojas de hierbabuena y azúcar y machacándolas "ligeramente" para que la hierbabuena suelte esencias, sabores, olores...

A esa mezcla se le añade el ron, agua o gaseosa y hielos finalmente.

Nosotros vamos a hacer una especie de mojito, pero sólo en concepto :)

Lo primero que haremos será lavar un par de hojas grandes de menta. Las escurriremos y las pasaremos lo más fino que podamos con el cuchillo. Lo mismo haremos con una rodaja de entre medio y un centímetro de jengibre. Esto ya sabeis: primero pelar, luego filetear y finalmente trocear.

Añadiremos un chorrete de vodka. Repetimos que la idea no es que sepa a vodka y/o emborracharse, sino que le dé un toque especial a la mezcla. Con un centímetro como máximo es más que suficiente.

El resto del vaso lo llenaremos de agua hirviendo. Lo dejaremos que vaya infusionando y concentrando y dejaremos que se enfríe a temperatura ambiente.

Cuando esté templado, lo meteremos en el frigorífico para que se enfríe completamente.

Como veis no es demasiado difícil y vamos a conseguir una infusión diferente muy rica y con algo de alcohol. No es un cóctel al uso, pero... nadie dijo que fuéramos mapaches al uso ;)



Consejos y apuntes finales del chef:


Por supuesto, si quereis colarlo antes de servir teneis todo el derecho del mundo. El sabor ya se habrá quedado, así que os evitareis que las hojitas y los cachos de jengibre molesten. El resultado es una infusión muy fría ligeramente alcohólica con sabor a menta alimonada. Gracias a la menta tendremos una mejor digestión y el jengibre ayuda al sistema inmunológico entre otras muchas cosas. ¿A quién no le apetece esta locura?

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