lunes, 26 de marzo de 2012

Reflexiones: Intrusismo


Desde que entramos en esto de la cocina "oficialmente" no hace demasiado, nos hemos ido encontrando a bastante gente: hosteleros, restauradores, cerveceros y, por supuesto, gente de a pie con oficios no relacionados con la gastronomía. También, aunque no los hayamos conocido en persona, hemos oido y leido al respecto de gente metida en el mundillo.

Al final, aunque la gran mayoría son obviamente "licenciados" en cocina, hemos observado una peculiar característica más o menos común: hay mucho ingeniero o gente de carreras técnicas. ¿Por qué?. Basándonos en lo que dicen algunos y en la propia experiencia de nuestro mapache aprendiz, analizamos la causa de la migración de ingenieros y similares al mundo de la gastronomía y divagamos un poco sobre el intrusismo laboral.

Allá por la Edad Media y tiempos tan lejanos, se llevaba el estilo "maestro - aprendiz" a la hora de aprender un oficio. Cogías, te sentabas con el maestro, te llevabas unos capones, trabajabas como un animal y al final eras el suplente en la aldea y el que se acababa encargando de coger otro aprendiz que llevara tu negocio. Te hacías herrero, morías herrero.

Hace unos años, era casi imprescindible tener una titulación de algo para poder ejercer en esa profesión. Con el paso del tiempo esas normas no escritas y bastante absurdas han ido disipándose y a día de hoy cualquiera puede ejercer de lo que quiera, con ciertos matices. Obviamente no se puede pilotar un avión comercial sin el carnet correspondiente, pero cualquiera puede ser programador o cocinero sin tener la titulación y/o estudios mínimos.

Es frecuente, por tanto, encontrarse gente sin titulación que abandonó sus estudios antes de tiempo por tener un trabajo que, a veces, se convierte en algo que no era lo que esperaba. Aquí es justo donde entra en juego la frustración y el intrusismo.

Empecemos contestando a la pregunta de los ingenieros que acaban metiéndose en temas relacionados ocn la gastronomía. La respuesta es bien sencilla: los ingenieros "puros" buscan aprender, crear, idear e inventar. Las carreras actuales son, en general, bastante desmotivantes. Los trabajos que encuentras relacionados son, como mínimo, decepcionantes. Eso, si no acabas repartiendo publicidad en medio de la plaza del pueblo (ojo, trabajo tan respetable como los demás, pero tomado como ejemplo de algo totalmente contrario a lo que uno espera ejercer acabada su carrera técnica).

Total, que tenemos a un montón de gente frustrada que intenta buscar un nuevo sitio creativo en la vida. La gastronomía es, desde luego, uno de esos mundos que permiten esto: puedes llegar tan lejos como tu maña e imaginación den de sí. Lo mismo se puede decir de la fotografía o la escritura, entre otros.

Y he aquí donde llega el problema: gente titulada que no encuentra trabajo de lo suyo que ve cómo otra gente sin titulación entra a ocupar puestos destinados a ellos y que, obviamente, se enfada. Y a mí, sinceramente, me parece bien (no el que se enfaden, que también, sino el que cojan a "cualquiera").

Tenemos un ejemplo facilón de intrusismo laboral: la informática (nos toca de cerca, así que hablamos con conocimiento de causa). Gente que entra a desarrollar aplicaciones sin prácticamente conocimientos, porque una vez leyó una revista o hizo un cursillo de 20 horas. ¿Apoyamos esto? Claramente no. En el otro lado, hay gente que por la causa que sea no ha podido pagarse estudios y que sin embargo, son auténticos genios. O gente de 14 años que saben más que desarrolladores senior y que, obviamente, no tienen estudios. ¿Se les debe rechazar? No. O incluso, gente que es de una profesión N y que en sus ratos libres aprende desarrollo de aplicaciones. No es profesional de informática, pero da mil vueltas a todos los que llevan años. ¿Debemos rechazarle? No.

Esto mismo aplica a los escritores de libros. ¿Sirve cualquiera? Sí y no. No es necesario tener una licenciatura superior con postgrado y master en veinte facultades para escribir un libro. Con saber escribir, no cometer faltas de ortografía y tener algo que contar, puede valer más que de sobra. Ahí tenemos el ejemplo de Lewis Carroll, que en realidad era matemático. Ahora vienes y me hablas de intrusismo y lo malo y negativo que es.

¿Y los bloggers? ¿Son intrusos en algo? Como parte integrante del colectivo, opino que no. Lo único que tenemos es la gran responsabilidad de no poner demasiados salvajismos y de escribir cosas interesantes y más o menos acertadas. Público hay para todos, no hay por qué enfadarse y que ponerse nerviosos. Compartimos y somos felices en nuestro micromundo. No os enfadeis tanto, en serio, que acorta la vida mucho.

¿Y los que se meten en gastronomía sin tener la licenciatura de gastrónomo? ¿Somos intrusos? Sí y no. Volvemos al caso inicial de los informáticos. Hay mucha gente sin estudios (o con estudios, pero no de hostelería) que sirven más y mejor que los que tienen el dichoso diploma. ¿Es entonces un intruso? Sinceramente lo dudo. Ahora, aquel ingeniero agrónomo que coge, se monta un restaurante y se dedica a usar productos de quinta gama ("sacar y listo") pretendiendo ser un chef de prestigio internacional... ahí ya cambia la cosa. Esto, por favor, no. Si vas a hacer cosas, hazlas con un mínimo de dignidad y nivel. Obviamente no te vas a poner a hacer perlitas de caviar, pero no me uses congelados o similares :)

La idea fundamental a la que quiero llegar es que un cacho de cartón (o de papel, depende de lo cutre que sea tu centro de estudios) no te capacita para nada. De igual manera, el no tenerlo no significa que no sirvas. Opino que debería haber libertad de elección de profesión con o sin estudios, sin enfados de nadie. A nuestro mapache aprendiz de poco le sirven las mil asignaturas de matemáticas y cálculo que estudió en su día a día, pero contribuyen a obtener un papel que dicen que puede hacer cosas de informática. Todo sea dicho: las matemáticas las aprobó de pura suerte y casualidad, con notas raspadísimas y sin tener demasiada idea de lo que hacía. ¿Veis por dónde voy? Si hubiera acabado la carrera, podría tener un título que dice que sabe de algo que no sabe. Sin embargo, valer, vale :)

Otro asunto a debatir sería el tema salarial. Creo que está bastante anticuado el seguir calificando a la gente por el número de papeles que tiene en su vida, sea cual sea su nivel real. Si medimos a informáticos, puede haber niños de 14 años que sean infinitamente mejores que nuestro mapache aprendiz. Si medimos a cocineros, nuestro mapache aprendiz puede dar mil vueltas a muchos de los profesionalmente activos.

Y al final, tenemos que no es tan importante el qué, sino el cómo. Cualquiera puede y debe trabajar de lo que más le apetezca y le llene, siempre y cuando cumpla unos mínimos. Siempre habrá casos y casos: pilotos, médicos, cirujanos, pero no es ahí donde queremos entrar. El otro día un corresponsal de guerra dijo algo así como "fotografiar con un móvil no es hacer periodismo". Probablemente sea más "periodista" en el centro de la noticia contando gráficamente lo que hay, que muchos de esos que están por ahí haciendo cosas tan ridículas como lo hecho en esta noticia con el "vídeo" de cabecera. O en general, con las noticias chapuceras y lamentables que vemos a diario en todos los periódicos. A todas luces es mejor eso, con su título, que una persona con un móvil o un Twitter en el momento preciso. Mucho más informativo, mucho más necesario.

No seamos tan gañanes y anticuados. No intentemos mear todo el universo para intentar evitar que amenacen "nuestro oficio". Más buscar validez y menos titulitis.

Y ahora, os invito a que opineis si realmente el intrusismo mola o no, con ciertos límites :)

5 comentarios:

  1. Muy interesante lo que sacáis a debate, Fermín. En el caso de mi campo profesional, el de la traducción y la interpretación, sí te digo que el volumen de papeles que figura en tu currículum importa, dado que, generalmente, significa cursos y másteres que completan la formación universitaria de forma, muchas veces, imprescindible, ya que en la Universidad no recibimos la especialización necesaria. También te digo que el intrusismo en nuestro campo de trabajo está muy mal visto, ya que suelen coger a cualquiera que sepa dos idiomas y lo ponen a traducir y a interpretar tan alegremente cuando, en realidad, la traducción no se reduce a " Si A en castellano es X es en inglés, A = X". Igualmente, en el ámbito jurídico, muchas veces usan como intérpretes a una persona que solo sabe el idioma de la persona juzgada, sin saber nada del sistema jurídico español o del proceso judicial, por lo que 1) frena la velocidad de un proceso de por sí lento y tedioso, y 2) no te aseguras que vaya a conocer el todo el vocabulario jurídico o los matices que pueden tener las palabras, y ya se sabe que un doble sentido te mata en un mero texto científico (a veces literalmente, piensa en el manual de un aparato peligroso), por lo que en un juicio puede significar la cárcel o algo similar.

    Después de esta gran parrafada, te digo que estoy de acuerdo con el intrusismo según qué situación y qué caso. Estoy segurísimo de que en el mundo de la cocina habrá muchísimos vendedores de humo, al igual que en otros tantos ámbitos profesionales, y me parece muy hipócrita que se critique a alguien que tiene mucha ilusión por entrar en este mundo pero carece de diplomas o enseñanza profesional, pero es cierto que los diplomas suelen (dentro de lo común, siempre hay excepciones, por supuesto) homologar una educación y asegurar unos mínimos de calidad que, de otra manera, no te puedes asegurar.

    Con todo esto, mi opinión es que lo mejor que puede hacer el mapache aprendiz si decide tirar por la borda su carrera informática y dedicarse al completo al mundo de la gastronomía es hacer un buen curso de cocina (si es posible) porque segurísimo que le abrirá muchas más puertas que el no haberlo hecho. Perdón por la longitud, pero es un tema que ha despertado mi curiosidad al máximo y me ha parecido muy buena idea sacarlo.

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  2. "Si A en castellano es X es en inglés, A = X" aquí me he explicado fatal. Sería así:

    Si A en castellano es X en inglés, entonces A = X.

    Un saludo.

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  3. me encantan esta pajina y las recetas buenisimas un saludo y felicidades

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  4. El tema es interesante y daría para varias páginas,pero lo resumiría con la sabiduría popular de los refranes.: Zapatero a tus zapatos..

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  5. Es un tema complejo. Muy de acuerdo con el primer comentario.

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