Recetas rápidas: Patatas indo-asiáticas

Llevo varios días leyendo libros de recetas asiáticas (India, Tailandia, China, Corea, Japón...) para una futura cata que vamos a realizar en breve. Al final, me han entrado ganas de hacer unas patatas un poco especiales para cenar (tampoco queda mucho más en la casa que sea aprovechable), aplicando un poco de todo lo que he ido haciendo y aprendiendo últimamente.

El plato de hoy nos lleva a una receta india con toque tailandés, árabe y elaboración mapache. Al final, como no podía ser de otra forma, ha quedado algo comestible, sano, rico, rápido, divertido, diferente...un lujo de receta, en definitiva, que puede ser un perfecto sustituto elegante para las clásicas patatas bravas. ¿Te atreves a probar nuestras patatas indo-asiáticas?

El material usado:

- Plástico film
- Una cazuela
- Un recipiente pequeño para el montaje
- Un recipiente grande (del tamaño de un tazón) para el rebozado
- Pinzas (sirven tanto de la ropa como de las de cerrar paquetes)

Los ingredientes:

- Patatas
- Agua
- Mostaza
- Semillas de amapola
- Mix tailandés de especias (sal, pimienta negra, cilantro, guindilla, ajo, jengibre, albahaca, aceite de lima)
- Ras el hanout
- Huevo
- Maizena
- Ketchup
- Mayonesa

El proceso:

Lo primero de todo, hemos de elegir las patatas. Han de dejarse con piel, pasarlas por la ducha para dejarlas limpitas (agua, jabón, grifo...) y sobre todo sobre todo...que sean lo más pequeñas posible.

Lo siguiente que haremos es el "rebozado". Mezclaremos todos los ingredientes a excepción del ketchup y la mayonesa (y las patatas). Removeremos bien e intentaremos que quede algo ni muy espeso ni muy líquido. La intención es que luego cuaje, así que si lo hacemos ya muy sólido, no habrá quién se lo tome.

La parte más divertida es la del montaje. Mientras empieza a calentarse agua en la cazuela, dispondremos un recipiente pequeñito (suficientemente grande como para que quepa la patata y lo suficientemente pequeño como para que no sobre por todos lados) que recubriremos con film transparente. Echaremos un par de cucharadas soperas de nuestra mezcla sobre el plástico, pondremos la patata dentro y haremos un saquito que cerraremos con las pinzas. La idea es, como habreis supuesto los buenos seguidores del mapache, seguir el mismo procedimiento de cocción que en la mar de huevos, así que colocaremos los diferentes saquitos dentro de la cazuela. Es importante que la mezcla quede más o menos bien repartida por el saquito para que haga un buen recubrimiento a toda la patata.

Ahora sólo queda esperar unos 30 minutos, dejar enfriar y sacar las patatas rebozadas de su envoltorio con mucho cuidado. El aspecto debería ser el de un panecillo envuelto en plástico. No os asusteis, es normal :P

Para acompañar, podríamos optar desde una mezcla de ketchup, mostaza y mayonesa (consejo: poco ketchup, mucha mostaza) hasta un alguioli pasando por una salsa de tomate tradicional, picante o nuestra salsa de tomate y mil añadidos.

La finalización:

Lo último que nos queda por hacer es presentarlo en el plato. ¿Cómo? Pues ya sabeis, lo típico de poner una decoración de salsas, una patata entera y otra abierta para que se vean los estratos :)

Consejos y apuntes finales del chef:

Básicamente a todo el curry o ras el hanout que eches. La textura es muy peculiar, debido a la maizena y el huevo hiper cuajado junto con las crujientes semillas de amapola. La mostaza le da un toque picantón y finalmente la mayonesa y el ketchup acompañan de lujo. En definitiva, lo mejor que puedes hacer es intentarlo en casa y contarnos qué tal.

Por cierto, esta receta está indicada para que los más pequeños de la casa empiecen a trastear, así que un finde que esteis aburridos y querais comer o cenar algo diferente...ya sabeis.