Cervezas: Fraoch Heather Ale

Análisis previo:

Hacía tiempo que no probábamos una cerveza con calma en la madriguera. El frigorífico empezaba a rebosar botellas y hemos decidido abrir una antigua que rondaba desde hacía varios meses, sobre todo porque este mes va a ser el mes de las cervezas en el blog y hay que ir sacando lo que tenemos acumulado :)

Hoy nos enfrentamos a una Fraoch Heather Ale, cerveza escocesa interesante y grande, muy grande.

¿Y por qué grande? Porque es una botella de 500ml. Medio litro de cerveza que si es buena será un placer y si es mala será una catástrofe.

Como siempre, lo primero que hacemos es mirar la botella. He de decir que cuando la compré, esta cerveza me sedujo por la etiqueta para variar. Decoración escocesa, con letras y grabados que a mí me recuerdan a escocés y un nombre que suena a escocés. Si rebuscas un poco, muy poco, verás que la propia etiqueta ya lo indica: hecho en Escocia :)

La cata:

Al abrirla, echamos un vistazo a lo que nos ofrece el interior. La nariz no nos dice nada, dado que la cerveza aún está demasiado fría. La vista ya nos indica, a parte de por el nombre de la cerveza, que es una cerveza rubia o muy rubia.

Al echarla en la jarra, observamos que es entre poco y muy poco espumosa y que el color es entre atractivo y anodino: ambarino ligeramente marronáceo que hace que no esté muy claro si iba para tostada y se quedó en naranja o si iba para naranja y se pasó al marrón. La espuma que forma es abierta, no demasiado compacta, y desaparece más o menos rápido dejando un pequeño rastro en la superficie de la cerveza.

Observando a contraluz podemos apreciar que es transparente, nada turbia. También vemos que no hay (casi) ni rastro de burbujas por ningún lado: se agradece en parte, pero parece que le quita la emoción.

En cuanto a los aromas ya en jarra, es un poco complicado de centrar. Se nota que es una cerveza fresquita (y no porque la acabe de sacar del frigorífico), maltosa (típico olor dulzón) y ligeramente afrutada e incluso herbal o herbácea. Como estar en el campo, pero sin estar del todo en el campo. Extraño :)

En boca, la cerveza se comporta bien. No es una exquisitez y tiene fallos, pero para compensar aporta una enorme variedad de matices nuevamente frutales, florales, herbales, cítricos y maltosos. Se nota un cuerpo interesante, ligeramente más denso de lo habitual, y la ausencia de burbuja resulta extraña al no notar ningún tipo de sensación extra en la lengua. Es precisamente esta ausencia la que facilita el poder removerla por la boca para apreciar todo su sabor y que resulte más fácil tomarla. Se agradece, sin duda :)

Sobre los sabores cabe decir que, a medida que va cogiendo temperatura la cerveza, van apareciendo con más intensidad esos toques herbales y cítricos que mencionaba antes. Muy interesante, desde luego, y algo que la diferencia de la mayoría que hemos tomado a lo largo del tiempo. También hay que resaltar que el concepto de amargor desaparece en esta cata. Esta cerveza se convierte, por tanto, en una cerveza apta para prácticamente cualquier paladar.

Y queda un detalle muy importante por hablar y que, de momento, nos habíamos saltado: ¿alcohol?. Pues bien, esta cerveza de 5 grados, es suavecita como lo son las que tomais habitualmente de cañeo. Suave en el paladar, suave a la nariz, suave al cuerpo. Entre esto y su sabor, reiteramos la posibilidad de tomarla como un sustituto de una caña. Eso sí, dado su tamaño, sería aconsejable tomársela compartida :)

En conclusión, estamos ante una cerveza para paladares y cerveceros intermedios. Creo que es una muy buena opción para la gente que quiere probar cosas diferentes pero sin alejarse mucho del mundo ya conocido. Cerveza suave, fresquita y con muchos sabores: apuesta muy buena para salirse de la rutina.

Si alguien quiere más información, aquí teneis la página de la cerveza Fraoch Heather Ale y la página de la cervecera Williams Bros Brew.