Detrás de este nombre tan terriblemente largo se esconde algo bastante simple: una gelatina y una salsa espesa de cosas que son o tienen reminiscencia cítrica. Lo bueno de esta receta es que el mundo cítrico es tan extenso que las posibilidades son infinitas.
La idea surge básicamente de un bote de leche condensada que tenía en casa y que no sabía qué hacer con él. Miré, por aburrimiento, su lateral y descubrí una receta de gelatina. No se me hubiera ocurrido hacer una gelatina de leche condensada, pero aprovechando que tenía un brik de zumo de guayaba rosa en el frigo...
El material usado:
- Recipiente
- Cazuela
- Batidora y su vaso
- Colador
- Molde
Los ingredientes:
Para la gelatina:
- Leche condensada
- Zumo de guayaba rosa (cada cual el que tenga en casa, y mejor si es natural)
- Gelatina
- Agua (para rellenar, opcional)
Para la salsa:
- Agua
- Té earl grey (ligeramente cítrico)
- Pimienta rosa
- Hierba limón
- Extracto de yuzu (o zumo de limón)
- Tapioca y/o maizena
- Azúcar
El proceso:
La gelatina la haremos en tres simplísimos pasos:
- Mezclaremos la leche condensada y el zumo a gusto de cada cual (cuanta más leche condensada, mayor dulzor) y rellenaremos con agua opcionalmente (yo tenía unas pocas sobras, así que tuve que rellenar con un poco de agua) hasta la cantidad que nos indique el sobre de gelatina. El asunto de rellenar con agua también ayuda a suavizar y aligerar un poco tanto en textura como en sabor.
- Pondremos a hervir ligeramente (sin que borbotonee salvajemente) y mezclaremos con la gelatina.
- Cuando todo esté bien mezclado, pasaremos al molde elegido y cuando esté templado lo meteremos al frigo durante tres horas o hasta el día siguiente.
Para la salsa, empezaremos por poner un poco de agua en un recipiente. Echaremos un poco de hierba limón, el sobrecito de té, un poco de la pimienta rosa, una cucharadita de yuzu y otra de tapioca. La tapioca será el espesante, y no nos debemos pasar o quedará como otra gelatina :)
Dejaremos la mezcla de todos los ingredientes (obviamente la maizena aún no) en "infusión fría" hasta que nos aburramos. La idea es que se vayan mezclando sabores. Cuando nos hayamos aburrido, lo pasaremos a una cazuela y lo herviremos durante un buen rato. Recordad que la tapioca necesita unos 7 minutos de cocción, así que el earl grey quedará amargo.
Para mezclar la maizena, usaremos primero un vaso con agua fría donde echaremos una cucharadita de maizena. Batiremos bien e incorporaremos a la mezcla anterior únicamente cuando esté hirviendo.
Cuando la tapioca ya esté cocinada, pasaremos la mezcla al vaso de la batidora, añadiremos azúcar al gusto, batiremos todo bien batido y lo colaremos a un recipiente donde lo dejaremos reposar y asentarse. En principio, debería quedar como una especie de jarabe, pero depende de cuánta maizena y tapioca echeis.
La finalización:
Cuando llegue el momento de servir, desmoldaremos con cuidado (si no sale, siempre puedes meter el molde en agua caliente un instante para que la gelatina exterior se deshaga y se suelte) e iremos cortando. A cada ración le serviremos un poco de salsa por encima y... a disfrutar ;)
Consejos y apuntes finales del chef:
En lugar de un zumo de brik artificial, puedes ir probando con pomelo, naranja, limón, lima... o incluso cambiar el tercio e irte a frutas completamente diferentes como puedan ser el plátano, las ciruelas o incluso el mango.
Se puede añadir a la salsa diferentes licores. Desde vodka hasta Cointreau o licores de frutas pasando por ron dulce tipo Legendario. Eso sí, no los dejeis hervir o el sabor cambiará.
Visita la sección de tés. Ahí puedes encontrar auténticas joyas: frutos rojos, especias, indios, chinos, de algas... como decía al principio, las posibilidades son infinitas y el único límite es tu imaginación.
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