sábado, 18 de junio de 2011

Cervezas: Judas


Análisis previo:


Hoy hemos elegido un gran clásico entre las cervezas: Leffe, en su formato bruin o brune.

Si me preguntaran cuál es mi cerveza favorita, no podría contestar. La mayoría de las más de 300 que he probado a lo largo de mi vida tienen su particularidad.

En cambio, si me preguntaran por una cerveza especial, desde el punto de vista de "lo que implica", elegiría la Judas y la Budejovicky. ¿Y por qué estas dos? Porque fueron dos de las ocho que comenzaron mi colección, porque han marcado momentos especiales y porque están muy ricas, que al final es lo que importa.

Hoy vamos a ocuparnos de la Judas. Una espectacular belga rubia de 8'5 grados, fuertecita para paladares únicamente acostumbrados a la cerveza que yo denomino "pis caliente enfriado" de barril (en resumen, lo que ponen en los bares...).

Lo primero que llama la atención, y que supongo que hace casi doce años fue lo que llamó nuestra atención (a parte de la novedad) es su aspecto exterior: Botella oscura, etiqueta negra y letras rojas, con una serpiente formando la S de Judas.

Sobre esta cerveza puedo comentaros que es de tipo ale, rubia, que tiene mucha fermentación y que tiene un amargor bastante marcado.

También os puedo decir de cara a su compra es que aunque yo he tomado la foto con una botella de 33cl, también existe la opción de una lata de 50cl (aunque hace muchísimo que no la veo).

Sobre el precio, puedo decir que es asequible. No es una cerveza de "a granel", pero tampoco es cara para lo que debería ser. Sinceramente, prefiero pagar una Judas y ser feliz, a poder comprarme cuatro basuras y al día siguiente estar mal, acordándome del momento en que decidí castigarme con una broma pesada de los dioses de la cerveza. Como todo, cuestión de prioridades, y las mías están muy claras en este aspecto :)

Para finalizar esta presentación, os diré que esta es una de las cervezas "corrientes" que te puedes encontrar "en casi cualquier cervecería" y en "casi cualquier supermercado". No hace falta buscar mucho, así que es una muy buena opción para escapar de la monotonía de las cañas.

Si alguien tiene interés en continuar expandiendo sus puntos de vista sobre esta cerveza, google seguro que le ayuda porque por lo que he visto, hay millares de páginas dedicadas a esta cerveza.

Por algo será...



La cata:


Una vez la abres, tiene un aroma inconfundible. Cuando has probado una Judas, no se te olvida jamás.

Según la vas echando (yo, que soy un exquisito y tengo la posibilidad, lo echo en la copa correspondiente) puedes observar la pureza de la misma. Espuma blanca impecable y bastante compacta (aunque al final de la toma, casi prácticamente ha desaparecido), color amarillo oro clarito y limpio. Esta no es una cerveza turbia, de esas que ves flotar cosas constantemente y que no sabes si realmente es así o está en mal estado. No es una cerveza hiper espumosa, como la Duvel, que tienes que esperar horas a que se baje. Es, en conclusión, una de esas que me encantan porque tiene la cantidad justa y necesaria de gas y espuma.

Una vez metidos en el saboreo, entramos en un mundo distinto. Mi primera vez con ella fue un "wow". Es de estas cervezas que impactan. Tiene sabor duro, de cerveza de alta graduación. A medida que continuas, es de estos sabores que "resulta extraño, pero me encanta" e irremediablemente, al menos en mi caso, le coges un vicio increíble. No es un sabor típico agradable como si fuera un postre. Es un sabor bizarro, para paladares aventureros.

La única pega que le encuentro, y ni siquiera sé si es una pega, es la sensación seca que deja en la boca. Mi lengua siempre queda un poco "zapatilla" pero, y por esto digo que no sé si llega a pega, tampoco me importa demasiado después de todo el placer que me ha provocado.

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