Hacía mucho tiempo que no me comía un buen filete de ternera. Realmente me apetecía mucho y se suponía que iba a tener una visita especial.
También hacía muchísimo tiempo que tenía ganas de volver a probar las batatas. Para los que no sepan lo que son, os diré que son como patatas, pero más anaranjadas y dulces.
Obviamente, a una buena carne, le vienen fenomenal una salsa fuertecita y una buena cerveza. La cerveza, todo sea dicho, ya la vísteis: Flying Dog Gonzo Imperial Porter.
El material usado:
- Sartén
- Cazuela
- Freidora
- Batidora
Los ingredientes:
- Puerro
- Pimiento verde
- Pimiento rojo
- Vino tinto
- Sal
- Cebolla
- Aceite
- Entrecot de ternera
- Batatas
El proceso:
El proceso como tal no tiene mucho misterio. Lo que más se tarda es, sin duda, trocear las verduras. Yo opté por hacer tiras finitas para que se hicieran bien y no dejarme horas en trocearlo demasiado pequeño ya que, al fin y al cabo, iba a acabar todo en la batidora.
Una vez cortadas, las eché a la cazuela donde las hice a fuego muy muy muy lento durante un buen ratito. Un poquito de sal, un chorrete de aceite y cuando ya me aburrí de ver las verduras en el aceite, le eché un buen chorro de vino tinto.
Ahí ya me olvidé de ellas, subí el fuego, dejé que se evaporara el vino lo máximo posible y cuando me pareció bien el nivel de salsa que quedaba, lo aparté.
Mientras tanto, había ido cortando las batatas en rodajas de algo menos de medio centímetro de ancho. El objetivo era tirarlas en la freidora y que quedaran como patatas fritas caseras...pero dulces.
En lo que se iban haciendo (se hacen bastante rápido, más de lo que esperaba), fui untando el entrecot en aceite y poniendo la sartén a fuego muy fuerte. Cuando estuvo bien humeante, eché el entrecot y lo dejé un ratito. De vez en cuando lo iba volteando, hasta que lo dejé tostadito por fuera, y hecho por dentro de manera "decreciente". Es decir: en el centro crudo pero sin sangrar, más hecho a medida que vamos yendo hacia el exterior y finalmente en el exterior, hecho, tostadito y "crujientito".
Las batatas las saqué del aceite, las escurrí y quité el sobrante con papel de cocina.
El plato estaba hecho, sólo quedaba montarlo...o hacer algo similar :)
La finalización:
Para la presentación opté por la verticalidad. Tengo una manía y es poner todo en vertical haciendo equilibrio, ya sea un lápiz, un bolígrafo o una torreta de batatas :)
Y eso básicamente es lo que hice: unas torretas de batata, un filete al lado y la salsa esparcida por encima de las torretas y del filete.
No usé sal, no usé casi aceite para el filete y las verduras y a pesar de todo, el conjunto estaba buenísimo.
El sabor de la carne, el dulzor de la batata y el sabor de la salsa concentrada de vino y verduras hicieron que, una vez más, no necesitara ningún aderezo especial.
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