Cervezas: Flying Dog, Gonzo Imperial Porter

Análisis previo:

Esta cerveza pertenece a la marca "Flying Dog", que descubrí recientemente en un viaje a Valladolid.

Esta marca es bastante peculiar, ya empezando por el diseño de sus etiquetas y continuando por su lema que es "buena cerveza, no mierda".

Sinceramente, cuando me encontré delante del escaparate de la licorería, en un principio no supe centrarme muy bien en cuál de todas las cervezas que no había probado quería llevarme a casa. Y de repente, me fijé en esas etiquetas tan "diferentes" y tan atrayentes.

Decidí que el precio que costaban estaba más que justificado y me acompañó en todo momento un pensamiento de "con esta etiqueta, y con este lema, no puedo equivocarme".

Y efectivamente, no lo estaba. Esta no es la primera que pruebo de la colección y la verdad es que menos "defraudado", puedo decir cualquier cosa.

Pero centrémonos brevemente en la cerveza que hoy nos ocupa.

Esta cerveza, con una etiqueta de una calavera con cuerpo humano y gorro del salvaje oeste que fuma y nos invita a irnos de fiesta, es una cerveza negra como el alma de mucha gente. De hecho, hacía mucho tiempo que no caía en mis manos una cerveza negra que no fuera una Guinness.

Si quereis visitar la web de esta cerveza americana: Flying Dog

La cata:

Afortunadamente a pesar de tener el mismo color, no es igual de densa, lo cual es de agradecer porque no me apetece tomarme una cerveza con cuchara muy a menudo :)

Lo que sí que tiene es 9'2 grados, 355 mililitros y un sabor amargo e intenso como pocos. Estoy acostumbrado a tomar cervezas de muy alta graduación (para tomar agua amarilla, tomo agua), pero esta tiene una fuerza bastante superior a lo que podía esperar.

Hoy me la he tomado con un entrecot de ternera y unas batatas en salsa de verduras. Creo que no podría tener mejor compañía que ésta, dado que el amargor de la cerveza mezclado con el dulce de la batata, el ligero matiz de picor de la cebolla y el sabor intenso de la ternera hacen un conjunto muy interesante.

También os digo, si os la tomais sola, os garantizo una felicidad bastante...cómo denominarla...feliz ;)

En conclusión, una cerveza que me ha sorprendido, de caracter fuerte y muy recomendada para saborearla lento, de principio a fin, para deleitarse. Si la acompañais de comida, que sea una carne muy sabrosa.

Ah, por cierto...tiene poquito poquito gas, lo cual es de agradecer para que no se te llene la jarra de espuma y la boca a cada trago.