sábado, 26 de marzo de 2011

Recetas rápidas: Pecado paradisíaco


La verdad es que esta receta es hiper rápida y te puede salvar para un postre tranquilamente. La idea de tener ciruelas rojas y papaya en casa era otra totalmente diferente a esta, pero como a veces las cosas no salen como uno quiere...ha tocado improvisar.



El material usado:


- Un cuchillo grande para cortar la papaya a la mitad.
- Un cuchillo pequeño para pelar las ciruelas.
- Una batidora y su vaso.



Los ingredientes:


- Un poco de papaya (natural y fresca, nada de en almíbar, por favor)
- Unas pocas ciruelas rojas



El proceso:


El proceso es tan simple que casi da hasta vergüenza contarlo, pero lo haré por si acaso :)

Lo primero es extraer la carne de la papaya. Dado que es como un melón, se puede extraer muy fácilmente con una cuchara. Obviamente, antes le habremos quitado todas las semillas :)

Una vez extraída, la pondremos en el vaso de la batidora (si es que no lo hemos hecho directamente) y procederemos a batir. Como es bastante espeso, lo echaremos al fondo de los vasos donde lo vayamos a presentar.

El siguiente paso consiste en pelar las ciruelas y extraer su hueso. Una vez realizado esto, lo volcamos al vaso de la batidora y batimos.



La finalización:


He elegido un vaso porque no tenía nada mejor en lo que hacerlo. Este batido debería servirse en copa de coctel, de champán o vaso largo. Cualquier cosa que sea más bonita que un vaso de agua.

El proceso de montaje consiste en poner primero el zumo de papaya y posteriormente, encima y con muchísimo cuidado, el de ciruela.

Así tal cual queda bonito, con ese contraste amarillo de las ciruelas rojas (o_O) y ese naranja de la papaya. En cualquier caso, se le puede aplicar un método de decoración para arena de colores consistente en, con un palo ancho, empujar por los bordes el puré de ciruela para que se mezcle a rayas con el de papaya.



Consejos y apuntes finales del chef:


Este postre queda espectacular con fruta fresca. Es un poco más cara, pero os puedo asegurar que el resultado es millones de veces mejor.

En mi caso, el contraste entre el dulzor de la papaya y el ligero ácido de las ciruelas, hace presagiar un final de cena (aún no lo he probado) épico.

Ah y por cierto, la papaya se puede mejorar con un poco de canela y esencia de vainilla. Ahí ya queda la valentía de cada uno...

2 comentarios:

  1. estoy segura de que el contraste es una gozada ,yo no lo hago purelillo porque soy vagaza hasta para eso :P

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  2. Qué cosa más sencilla y apetecible..

    Saludos
    Carmen

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