La coliflor es una de esas cosas que siempre se me han hecho difíciles de comer. De pequeño tenía que rebozarlas de salsa rosa, mayonesa o similar para poder aguantarla.
Llegó un momento en el que descubrí que, cuanto más hecha estaba, más sabor intenso tenía... así que empecé a comerla muy "al dente".
Recientemente, en el blog de Sopaboba publicaron una receta de coliflor rebozada con salsa de naranja.
La receta sonaba interesante, muy interesante... así que la cogí, me la llevé a mi cocina e hice con ella lo que me dio la gana. Necesitaba probar coliflor rebozada crujiente, pero tampoco quería replicar la receta. Así pues...
El material usado:
- Recipiente
- Wok, freidora, sartén alta o similar
Los ingredientes:
Para la coliflor:
- Coliflor
Para el rebozado:
- Harina
- Agua
- Pasta de curry rojo
Para la salsa:
- Cebolla
- Vino dulce de Madeira
- Mostaza
- Ketchup
- Agua
- Azúcar
- Salsa de soja
- Salsa Perrins o Worcestershire
- Maizena o harina normal
El proceso:
Lo primero que prepararemos será... la salsa, por ejemplo. Lo bueno de este plato es que sirve tanto frío como caliente peeeero no lo dejes de un día para otro si no quieres que se quede blandurrio.
Cortaremos la cebolla en brunoise, en cuadraditos minúsculos, y la pondremos a fuego medio en una sartén con un poco de aceite. No echaremos sal, dado que el resto de la salsa llevará componentes muy salados.
Cuando la cebolla esté blanda, subiremos el fuego y la torraremos ligeramente, sin pasarnos. En el mismo momento en que coja color marrón, echaremos un poco de Madeira, agua, azúcar (el Madeira ya es dulce y dará algo de jarabe a la salsa, pero el azúcar vendrá fenomenal en una cantidad pequeña), soja y Perrins. Dejaremos que reduzca y se evapore el alcohol.
Cuando esté evaporado el alcohol y vayamos ya casi a retirar, echaremos un poco de ketchup y mostaza, para darle el toque final. Aprovecharemos para espesar con un poquito de harina disuelta en agua fría.
Dejaremos que la harina se cocine y espese todo y retiraremos reservándolo en un recipiente.
Es el momento de preparar el rebozado. A mí personalmente me gustan los rebozados generosos, así que suelo hacer pastas de rebozado muy densas. Así se queda pegado un pegote y luego es un placer.
Así pues, mezclaremos agua y harina en la medida que veamos para que quede de la textura que nos guste. Si la masa es más líquida, entonces quedará más ligera y finita la capa (si queda algo). Si es más densa, quedará bien agarrado y acabarás saturado de rebozado. A tu elección :)
Ha llegado el momento de echar el curry rojo en pasta. Sé cuidadoso, es una pasta muy picante, así que no eches más allá de una punta de cucharada sopera salvo que al día siguiente quieras tener un día complicado.
Integraremos bien la mezcla y volcaremos la coliflor en ella. ¿Cómo? Pues en "arbolitos" pequeños, así sin cocinar previamente.
Esta es parte de la magia de la receta: en lo que la masa de rebozado se hace, la coliflor se cocina lo justo... así que no exige tratamiento previo.
Y poco más queda: simplemente poner un montón de aceite en el wok a fuego medio e ir echando los arbolitos embadurnados, asegurándonos de que caen más o menos separados para que no se peguen.
Cuando el rebozado esté cogiendo un tono morenito sabremos que están listos para irse a un papel absorbente y escurrir un ratito el exceso de aceite.
La finalización:
Tres maneras que se me ocurren:
- Poner una base de salsa y volcar unos arbolitos por encima. El problema es que los últimos que comáis se reblandecerán.
- Poner los arbolitos y repartir salsa por encima. El problema es que... sí, los últimos que comáis se reblandecerán.
- Poner los arbolitos y dejar la salsa en un recipiente o en el borde del plato sin que los toque. De esta manera cada uno podrá servirse la salsa que quiera en cada arbolito sin que los demás se "estropeen".
Consejos y apuntes finales del chef:
Para la masa de rebozado, puedes cambiar el agua por una cerveza. Eso le dará más cuerpo y un sabor diferente.
Como os decía antes, este es un plato que sirve tanto caliente como frío. Dado que estamos en verano, la recomendación es tomarlo fresquito o como mucho templado. No perdereis mucho sabor :)
Si cuando acabeis con la coliflor veis que sobra masa, podeis echarla a la sartén y tendreis un panecillo frito :D
Esta es una receta para consumir casi instantáneamente. De un día para otro el rebozado se reblandece y se pierde ese toque de crujiente tan especial.
La salsa de cebolla podeis servirla con tropezones o podeis pasarla por una batidora y luego colarla para que quede una salsa perfecta.
Si va a haber niños, obviad la pasta de curry... salvo que les odieis mucho ;)
Me encanta esta receta y tu blog, me quedo por aquí y te invito a visitar mi blog http://misscomiditas.blogspot.com.es/, un beso
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y el comentario Concepción ;)
EliminarMe paso a visitarte también, claro que sí :)