jueves, 2 de mayo de 2013

Cervezas: Don Diego


Análisis previo:


Hace tiempo probamos la Dougall's 942, una cerveza muy muy rica y que nos encantó. Así pues, cuando se nos ofreció la posibilidad de probar la Don Diego, una ipa, no lo dudamos: a la cesta y a casa.

Dougall's nos gusta en su faceta exterior por un detalle: pone TODOS los ingredientes. Esto siempre lleva a una discusión acalorada sobre si es bueno o no. Nosotros somos partidarios de poner los ingredientes (que no la receta) por dos razones:
- Transparencia total.
- Compartir cultura.

Sobre la botella podemos comentar que es sobria, muy muy sobria, con etiqueta de fondo grisáceo y un dibujo simétrico en el medio que nos recuerda al tipo de arte que pone en sus etiquetas la gente de Left Hand.

Gracias a la información de la que hablábamos antes, podemos saber que esta cerveza lleva cuatro maltas (maris otter, pilsner, crystal y caragold) y que usa cinco lúpulos (zeus, simcoe, amarillo, dorado y mosaic). Con toda esta información, podemos deducir que será una cerveza ambarina, algo acaramelada y de sabor predominantemente cítrico y herbáceo.

Sólo nos queda abrir y ver si es cierto...



La cata:


Así que abrimos y... casi nos caemos. El olor a lúpulo herbáceo (creo que es el simcoe) es descomunal. Hay dos tipos de lúpulos que nos encantan: los de "hierba" y los cítricos. Los demás están bien, pero esos dos... nos vuelven locos.

Vertemos en la copa y, por fin, somos capaces de montar un poco de espuma. Espuma blanca, de burbuja amplia y generosa. Y el color... qué decir del color. Pues ambarino y ligeramente dorado muy bonito, algo oscuro, que invita a darle un trago y disfrutarla.

Y claro, con ese olor y ese color, no podemos resistir demasiado: le damos un trago y sí, efectivamente, el lúpulo herbáceo es muy predominante. Nos encanta. Sabor a prado (y marihuana, dicen los expertos) y un amargor al final que es excepcionalmente bueno: ni mucho, ni poco... en su justo lugar.

El 7% AVB no se nota demasiado. Quizás, y digo quizás porque también es culpa del lúpulo, se note en la sensación de sequedad que queda en la boca. A pesar de llevar cuatro maltas, tampoco se nota la pegajosidad de otras cervezas, lo cual se agradece enormemente.

Sobre la burbujilla, una cosa que nos interesa mucho, podemos decir que es fina y un poco caótica. En copa se ve más o menos bien (no estamos ante una cerveza turbia o con posos, pero algo opaca sí que es) y en boca queda muy bien integrada. Es pequeñita y refrescante en su justa medida y aunque menees mucho la cerveza, no te saldrá la espuma por las orejas. Punto a favor.

No queremos extendernos mucho más porque tampoco hay mucho más donde rascar: es una ipa muy muy rica, barata, nacional, artesanal, muy equilibrada y muy adictiva. Para mapaches de tipo IPA.

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