sábado, 12 de enero de 2013

Postres: Panna cotta de jengibre y menta


Parece mentira y podría sonar a cachondeo, pero este postre lo probé por primera vez hace un par de meses. La verdad es que nunca me había pedido una panna cotta porque tenía un concepto muy diferente de la misma y puedo decir que me sorprendió por su sabor.

Lo más gracioso fue cuando llegué a casa y miré la receta: más fácil no podía ser. Un poco de nata, gelatina, azúcar y a correr. En definitiva, una gelatina de nata cocida (que, a la postre, es su traducción literal del italiano: "nata cocida").

Dicen por ahí que puede hacerse con leche, pero entonces habría que echar más gelatina y bla bla bla. Venga, pasemos de leche y usemos sólo nata de montar, que es la más grasa :)

Para darle un toque más especial, añadiremos un poco de menta y jengibre y la pondremos tal cual, sin aderezo alguno, porque el sabor que queda tiene suficiente entidad como para afrontar la soledad en el plato.



El material usado:


- Un colador
- Un cazo
- Un recipiente
- Unas varillas
- Un peso



Los ingredientes:


- 500ml de nata de montar
- 50gr de azúcar
- Una ramita con hojas de menta fresca
- Un aro de medio centímetro de grosor de jengibre
- Entre 3 y 4gr de hojas de cola de pescado (gelatina)



El proceso:


Antes de empezar, tres puntualizaciones:
- La cola de pescado no es equivalente a la gelatina en polvo. Revisad las equivalencias, porque hay muchas variedades de formatos de hojas de cola de pescado y podeis montar un lío descomunal
- La receta en la que me he basado dice que hay que echar 1'6gr de cola de pescado por cada 200ml de nata. Así pues, mirando vuestro paquete de hojas, haced el cálculo. En su caso era una hoja (dos y media para mi cantidad de nata), pero en mi caso salían 4 y algo.
- El jengibre mejor si es raíz fresca. El polvo de jengibre está muy bien, pero no creo que sirva en este caso para darle ese toque tan especial que da la raíz :)

Dicho esto, nos ponemos al tema. Lo primero que haremos será poner en un recipiente agua fría y las colas de pescado. No os preocupeis, aunque se llamen colas de pescado, son neutras de sabor :)

Mientras tanto, pondremos en un cazo o cazuela la menta y el jengibre picados junto con toda la nata. Lo llevaremos al fuego y lo pondremos muy muy suave durante diez minutos. La idea es que se caliente, se cocine, pero no hierva. Si lo poneis y empieza a hervir, retirais rápidamente, bajais el fuego y volveis a poner.

De vez en cuando, removed para que se mezcle todo bien. A los 10 minutos más o menos retiraremos del fuego, echaremos las colas de pescado, removeremos hasta que se integren con la nata y finalizaremos con el azúcar.

Una vez bien removido e integrado todo, procederemos a colar la mezcla en nuestro recipiente elegido, lo dejaremos reposar un rato y lo meteremos al frigorífico tapado con papel de aluminio, film o lo que prefirais.

Ahora viene la parte más difícil: esperar a que cuaje el asunto. El proceso llevatá unas tres o cuatro horas mínimo en el frigorífico. Si sois unos impacientes, siempre podeis ayudaros del congelador y acelerar el proceso.



La finalización:


Vamos a optar por dos presentaciones. La primera es la más sencilla: dentro de su propio recipiente :)

La segunda consiste en sacarlo de su recipiente con cuidadito, ponerlo en un plato y decorarlo con un poquito de menta, mermelada o coulis. En mi caso, como no tengo nada de eso, lo dejaré con un poquito de menta ;)



Consejos y apuntes finales del chef:


La panna cotta suele servirse acompañada de un coulis. Para los que no sepais lo que es eso, os diré que es el puré de una reducción (o la reducción del puré) de agua/licor con una o varias frutas, quizás azúcar y muy habitualmente limón... en el caso de los postres ;)

Si no conseguís desmoldar la panna cotta, un truco (aplicable a las gelatinas en general) es poner de poco en poco el recipiente en agua caliente o al vapor, para que la gelatina se licúe y pueda salir. Ojo no os paseis o causareis una catástrofe :)

2 comentarios:

  1. Suerte que la probaste. lo que te estabas perdiendo. Como la has preparado tu tiene que ser muy rica y sobretodo perfumada. Me gusta.

    Un Abrazo, Agustí Cangrejo Grande

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    1. Al final el jengibre no se notaba demasiado (por no decir que nada), pero la menta le daba un punto muy especial.

      Y sí, lo que me estaba perdiendo :D

      Un abrazo de vuelta, Agustí.

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